Blogia
La Mano Inocente

Un día de suerte

Salí a comprar una pizza (tarradellas, no, de las otras que son más baratas) porque no sé COCINAR, pero tengo hambre por las noches, al llegar de TRABAJAR (eso sí que sé).

Mientras me duchaba la metí en el horno.

Terminé de ducharme, recogí un poco la casa. Al volver a la cocina la pizza estaba fría. Y el horno también. VAYA.

Así que corté un poco de fuet (tarradellas no, del  de Mercadona que es más barato) y me lo comí con unos colines.

¿Qué hago con la pizza? Pues la envolví cuidadosamente en papel celofán, luego en papel albal y luego en una bolsa del Ahorramás. Le puse un tarjetita de post-it y en ella ecribí: "Se me ha roto el horno, si quieres cómela tú" (borré con tipex en el último momento "y si te apetece me invitas a probarla") y tras tocar a su timbre y notar los latidos de mi corazón como si fuera el Pump up the jam de Tecnotronic, se la puse en la puerta de casa de un vecino mío que sólo escucha los Planetas.

¿Te puedes creer que nunca me dio las gracias?

 

1 comentario

la santa compaña -

Mila¡¡¡ te he descubierto. NO me quites los cds de la puerta. Gracias.