INMERSIÓN.
Cerrando los ojos entraba en un continuo sueño solamente interrumpido por la luz del ascensor o por los portazos . Se tumbaba medio desnuda y respiraba profundamente llevando el aire a su tripa. Entraba por la nariz, bajando por la garganta , y el camino se iba ensanchando para inflar su pecho de incosciente adolescente y a la fuerza, madurita. La sabana eran sus yemas (cuidadas e hidratadas) . A gusto frotaba los dedos de los pies.
Respira.
Profundo.
Coge más .
no dejes que se vaya hasta que tú quieras.
Comenzaba el sueño
0 comentarios