MIguelitos

Tanto dulce entre col y col no amarga ni al más triste de los humanos. Pero yo tengo un problema, y es que no me da tiempo a comer todolos pasteles antes de que caduquen. El primero me sabe delicioso, la crema fresquita , el azucar en los labios y lametazo para resaber lo que solo el recuerdo tiene en su enorme conociento arrinconado. Al llegar al cuarto, el azucar no es de puntitos sino grumos como las casa de las hormigas. Este sabor no es desagradable, un tanto salvaje , narural y quizás algo aventurero como Miguel de la Cuadra. Y por el Orinoco llego a Canadá comiendo el octavo y noveno. Apuro y apuro, pues si no pasa la oportunidad y son muchos los viajeros que pierden las maletas y esperan años en estaciones muertas.
( Da mucha pena verles. No lllegarán a su hora,, y si acaso tienen suerte y alguien en la reventa les engaña con un tren fantasma, continuará siendo extremadamente tarde, y nunca, y cuando digo nunca, es nunca, verán las oscuras golondrinas, ni el mar,ni a sus amigos y mucho menos a sus queridos y queridas)
El decimo , lo voy a compartir con mi hermana gemela,que luego se queja de que me los como todos. Ella mastica y yo salivo. Entre las dos vamos haciendo el bolo alimenticio. Un poco de empaste, agente termoactivo y el hojaldre se trasforma en tapa de "Beso Japones",regusto amargo con bandera de colores premiado en el primer Certamen de Tapas y Nuevos Sabores. Mastica y mastica. Pasando a través de la garganta, distribuyendose por toda nuestra sangre para llegar a la zona prohibida y tú chuparlo. Este número nos gusta a las dos.
Ay, ay,, ¿pero qué pasa con el once y el doce? Cosa complicada de explicar. Tanto tiempo en la estanteria de la nevera, la caja cerrada y habiendo queso cerca, hace que embrutezca mi paladar y no deleite con el mismo esmero lo que compré por tradicón y por no defraudar a la constancia de instaurar un nuevo tipo de folk en mis memorias. Lo amaso sin gusto, casi por deber. No sabe a mar . No es dulce ni salado, es arte en el recuerdo. Mi favorito. Que no , pero me empeño en que si.
Entonces , por qué el cartero nunca llama dos veces pero viene todos los días?
Hoy se la respuesta: Porque me encanta abrir la puerta, ver como alarga su mano y el brazo peludo .Hace como que me va a dar algo, y retira la mano.
- Ah!, astuto, me has engañado
Disfruta haciendome sufrir y dejándome el ensobrado en la punta de la boca.
Todos los viajes esperando, haciendo cola para comprar miguelitos, en el coche si aire, en la nevera caducánsode, los gusanos en mi estómago. ¿cómo privarme de estos placeres de ayer y de hoy con sabor eterno tuyo?
Me los como. Todos todos.. aunque no es igual el primero que el doce, ayer que hoy, multiplicado por mi vida matutina noctámbula que se alarga y alarga hasta casi romperse.
2 comentarios
laotra -
hiposo -
con gente suena a social...
solo a glotoneria....