Blogia
La Mano Inocente

quieto, quieto, quieto......

si te quedas quieto, quieto, quieto.............tal vez consigas desaparecer.................se repetía una y otra vez.

el autobús escolar transitaba a saltitos, con un soniquete de motor mas parecido al de una cafetera que al de un potente vehiculo diesel de finales de siglo......el polvo adherido a la tapicería que recubría de azul cada milímetro de su interior le provocaba un inoportuno picazón que le obligaba a achinar los ojillos...descentrándole.  Aun así, repetía con furia....quieto...quieto...quieto......tal vez consigas desaparecer.....

muchos años después aun sentía la necesidad de repetir esas palabras en su interior como una formula mágica para tranquilizarse.....pero esa noche nada parecía funcionar....se sentía rodeado por aquel cuerpo de mujer que tanto le excitaba....por ese cuerpo de mujer, tan presente y olvidado...tan lejano....sentía su calor como si por primera vez la hubiera amado....y comprendía que ninguna formula infantil le haría desaparecer…… desintegrarse......

respiro profundamente buscando alivio llenando masivamente los pulmones...y al expirar noto una profunda sensación de vació.... los recuerdos se amontonaban en bloques, cajas…. etiquetadas pero ilegibles, y aunque trataba de colocarlas todas por filas fechadas..... al final veía como estas se desmoronaban como un gigantesco domino...... y debía huir corriendo a lo largo de un pasillo infinito que él mismo había ido atesorando y que ahora sentía ajeno y amenazador….. corría el peligro de que le aplastaran en el fondo.....

quieto, quieto, quieto ..... tal vez desaparezcas........

algo después.....agotado como estaba y perplejo en sus propias miserias, recordó que tal vez los perros tuvieran hambre....y volvió a casa caminando despacio...apenado....sintiendo una punzada de amor, odio y vergüenza.

 

0 comentarios