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La Mano Inocente

calimas

 

Una estancia cálida, un ventanal acristalado. En el centro un fuego manso y dócil caldea el ambiente. Fuera invierno, un radiante cielo azul, limpio y seco. Es media mañana y una música triste y honda ocupa el espacio haciendo que el tiempo trascurra apenas, suspendiéndolo en un instante eterno, melancólico. Estas reclinada hacia atrás. Las piernas extendidas en el sofá. El sol calienta tu piel. Los rayos filtrados entran y te acarician. El libro se desliza de entre tus manos y va a parar a tu regazo. Los ojos se cierran sin resistencia. Entreabres la boca como dejando escapar un anhelo. Yo te observo desde otra estancia. Observo tu pecho que se mueve rítmicamente. Tu mano retorcida contra el cuerpo, la otro lánguidamente sujetando con una caricia, el libro, que entreabierto, reposa sobre tus piernas. Las recorro con la vista. Tus aun tostados, del verano tardío, muslos. Tus pies desnudos. Un anhelo nace intenso en mi.  
Un viento árido lo azota todo. La arena en suspensión abrasa la chapa metálica de los coches. La humedad marina corroyendo el acero. Todo arruinado. Unos hombres hablan al fondo del pasillo, dentro del edificio color arena. Nada me interesa su charla. Me abstraigo con el ruido acompasado de las ráfagas de viento. El paisaje de colores muertos. No se sabe muy bien si por el desgaste del sol o por el efecto sucio de las lluvias cargadas de arena. Y mi mente se deja ir lejos, al frió donde tu habitas. Y me deslizo junto a ti. Te acaricio el pelo mientra dormitas y te observo. Giras la cabeza y a la vez que abres los ojos, me sonríes picara. Paso mi mano por tu cuello y la punta de mis dedos se mueven por tu piel. Busco debajo de la camiseta alcanzando tus tetas. Mi palma las recorre, primero suavemente, sin apenas posarse. Luego con intensidad, como intentando asirse. Me acerco a tus labios con los míos y te beso. Tu mano se aferra a la mía. Me guías con ella, hasta que está entre tus muslos, y me presionas suavemente como indicándome que debo hacer. Noto la presión creciente en mi patalón. En la bragueta. Te beso. Y busco allí, hasta llegar a donde quiero. Donde me guias. Deslizo un dedo por tus labios abultados y encuentro tu coño húmedo. Me aferro hundiendo el dedo. La mano tensa presionando. Sueltas un suspiro y escondes la cabeza. Te sujeto forzandote a mirarme. No resistes. Y te beso. Encuentro tu clítoris y lo humedezco con tu propia secreccion. Presiono de un lado a otro y vuelvo a hundirme en ti esta vez con dos dedos. Busco más abajo. Me poso suave en tu culo, buscado permiso para entrar. Con un movimiento de la pelvis haces fuerza contra mi dedo. Lo noto comprimido dentro de ti. Alguien me habla a voces. Agito la cabeza y veo a un señor frente a mi. EL viento azota los cristales ritmicamente. El sol calcina las aceras.  -" mafi malone arabic" le digo mientra giro sobre mis talones y salgo al exterior, busco en mis bolsillos hasta encontrar el tabaco, y rozo un bulto aun caliente. Me deslizo el pitillo entre los labio y aguencando la mano prendo fuego con el mechero mientra ladeo la cabeza para poder ver la llama. Exhalo el humo y dejo que la mirada se pierda en el horizonte. Buscando algo muy lejano.

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